Hoy en día, la producción de alimentos inocuos no solo abre nuevas oportunidades económicas, sino que también impulsa la productividad y facilita el acceso a mercados internacionales.

Al garantizar estándares de calidad, las empresas agrícolas pueden aprovechar oportunidades comerciales clave. Sin embargo, los alimentos contaminados o inseguros no solo son rechazados en el comercio global, sino que también generan pérdidas económicas y aumentan el desperdicio. La implementación de buenas prácticas en la cadena de suministro es esencial para mejorar la sostenibilidad, minimizar los impactos ambientales y preservar productos agrícolas valiosos.

INOCUIDAD ALIMENTARIA

En abril, Panamá fue coanfitrión de la 17ª reunión del Comité del Codex sobre Contaminantes de los Alimentos (CCCF), en la que representantes de varios países debatieron nuevas regulaciones para fomentar la seguridad y equidad en el comercio internacional. Al establecer estándares y directrices basados en la ciencia, el CCCF contribuye a la prevención de enfermedades transmitidas por alimentos, la protección de los derechos del consumidor y la facilitación del comercio mundial de alimentos, además de ayudar a prevenir enfermedades crónicas y otros problemas de salud.

Durante el encuentro, se concluyó que los cambios climáticos impactan directamente la producción de alimentos, aumentando los riesgos asociados a su inocuidad, por lo que es vital considerar los sistemas de inocuidad resilientes al clima.

Este comité, parte del Codex Alimentarius, un órgano subsidiario de la FAO y la OMS, desarrolla estándares internacionales para proteger la salud del consumidor y garantizar prácticas comerciales justas. Estos estándares sirven de referencia para los Gobiernos al crear sus regulaciones, promoviendo la armonización global en inocuidad alimentaria.

PREVENCIÓN DE FRAUDE ALIMENTARIO

Panamá asumió un rol de liderazgo en este ámbito al copresidir la elaboración de las Directrices sobre la Prevención y Control del Fraude Alimentario dentro del Codex Alimentarius, en colaboración con países como China, la Unión Europea y bajo la presidencia de Estados Unidos.

Este esfuerzo será liderado por el Punto de Contacto Codex del Ministerio de Comercio e Industrias (MICI) de Panamá. Joseph Gallardo, ingeniero en alimentos del MICI, resaltó que estas directrices, desarrolladas en el Comité del Codex sobre Sistemas de Inspección y Certificación de Importaciones y Exportaciones de Alimentos (CCFICS), representan un avance significativo para fortalecer la seguridad y la confianza en la cadena alimentaria global.

Este esfuerzo reafirma el compromiso de Panamá en la lucha contra el fraude alimentario y su papel como actor clave en la formulación de políticas alimentarias globales. Además, estandarizará prácticas en el ámbito internacional, beneficiando a la industria alimentaria y protegiendo a los consumidores de todo el mundo.

*Al establecer estándares científicos, el CCCF previene enfermedades transmitidas por alimentos, protege los derechos de los consumidores y facilita el comercio mundial, beneficiando a consumidores y productores.
SALUD  | SEGURIDAD ALIMENTARIA

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