EL ROL DE LAS AMISTADES EN LA MATERNIDAD:
APRENDER, CRECER Y APOYARSE JUNTAS
Ser mamá es una de las experiencias más maravillosas y desafiantes que una mujer puede experimentar en su vida. Dirigir la vida de otra persona, en este caso, la de mi hija, Daniela, es una responsabilidad enorme que nos llena de amor, pero también de incertidumbre y dudas constantes.
A menudo nos encontramos repitiendo patrones de crianza aprendidos de nuestros propios padres, algunos de los cuales nos gustaban y otros no. Cambiamos lo que consideramos que hicieron mal con nosotros y nos esforzamos por ser empáticos y comprensivos en todo momento.
Recuerdo los momentos en los que juzgaba a mi madre o pensaba que no me entendía, sin darme cuenta de que ella también se sentía perdida en ocasiones. Cada persona es única y muestra su amor de diferentes maneras; comprender esto ha sido fundamental en mi camino como madre.
Aprender a aceptar y valorar las diferencias en la forma de expresar el amor es crucial para fortalecer los lazos familiares. En este viaje de la maternidad, he descubierto la importancia de rodearme de mujeres amigas que pasan por experiencias similares.
Mi amistad con Magali y Jackie, mis compañeras en proyectos como Mujer Más Panamá, ha sido un pilar fundamental en mi vida. Apoyarnos mutuamente en los momentos de alegría y tristeza, compartir nuestras experiencias y aprendizajes, nos ha hecho más fuertes y unidas.
Encontrar ese apoyo y comprensión en otras mujeres es algo invaluable y nos ayuda a enfrentar los desafíos diarios con más tranquilidad. Quiero aprovechar este espacio para enviar un mensaje claro a la sociedad: las mujeres que deciden no ser madres también tienen derecho a vivir su propia vida y tomar decisiones que las hagan felices.
No deberíamos ser juzgadas por nuestras elecciones en cuanto a la maternidad, ya que cada mujer tiene su propio camino y sus propias circunstancias. Invito a todas las mujeres a rodearse de personas auténticas y reales, a vivir su vida con honestidad y autenticidad, sin preocuparse por lo que piensen los demás.
Ser mamá es un viaje lleno de altibajos, de momentos de felicidad y de desafíos, pero también de crecimiento y aprendizaje. Aceptar nuestras imperfecciones, valorar nuestras fortalezas y aprender de cada experiencia nos hace más fuertes y nos ayuda a ser mejores madres y personas.
En este Especial de la Mamá en Mundo Social, celebremos el amor incondicional que nos une a nuestros hijos, y recordemos que cada mujer tiene su propia historia y su propio camino en esta maravillosa aventura de la maternidad.
Artículo escrito por: Marisol Guizado