En una conversación reciente con el Dr. Arturo Rebollón, Epidemiólogo e Investigador en Salud Pública, abordamos un tema de gran relevancia para Panamá y la región: las enfermedades transmitidas por mosquitos.
A medida que el país enfrenta nuevos brotes y se adapta a los cambios en el ambiente, el Dr. Rebollón explicó la aparición de enfermedades como la fiebre de Oropouche, su transmisión y los retos que implica su prevención. Según www.paho.org, en julio de este año, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió una alerta epidemiológica sobre un aumento de casos reportados del virus de Oropouche (OROV) en cinco países (Brasil, Bolivia, Perú, Cuba y Colombia) de la región de las Américas.
AMENAZA EMERGENTE
El Dr. Rebollón explica que la fiebre de Oropouche es una enfermedad viral transmitida por los mosquitos Culicoides y Culex (conocido como “jejen”), que pican principalmente durante la noche. En este caso, el virus se propaga cuando un mosquito pica a una persona infectada y luego transmite la enfermedad a otros humanos.
Aunque el primer caso registrado en Panamá por el Ministerio de Salud, a través del Departamento Nacional de Epidemiología, en conjunto con el Instituto Conmemorativo Gorgas, en el mes de noviembre, fue importado, el Dr. Rebollón menciona que el país tiene las condiciones propicias para que los vectores de la enfermedad se reproduzcan y contagien a la población.
“En Sudamérica, los mosquitos ya existían en los países, pero con la migración de personas infectadas, los mosquitos se encargan de regar la enfermedad, con vectores son muy eficientes, por lo que la prevención es fundamental”.
SÍNTOMAS
Uno de los mayores desafíos de esta enfermedad es la similitud de sus síntomas con otras infecciones virales. Fiebre, dolor de cabeza, malestar general y dolor en las articulaciones son síntomas comunes en enfermedades como el dengue, zika y chikungunya.
Sin embargo, la fiebre de Oropouche presenta un cansancio incapacitante que no se compara con el agotamiento de una actividad física común. “El cansancio causado por esta fiebre no es solo un agotamiento común, es una fatiga tan severa que afecta el desarrollo profesional y personal de la persona”.
Además, uno de los aspectos preocupantes es que, al igual que el dengue, la fiebre de Oropouche puede causar recaídas, lo que hace que el tratamiento y el seguimiento sean más complejos.
FACTORES
El cambio climático ha tenido un impacto directo en la propagación de estas enfermedades. “El cambio de temperatura, que antes mantenía algunas regiones más frías, ha cambiado, y ahora hay más lugares donde los mosquitos pueden proliferar”, explica.
En tanto, los patrones migratorios y el crecimiento urbano en áreas selváticas han permitido que los humanos compartan territorio con estos vectores, creando un caldo de cultivo perfecto para la propagación de enfermedades.
PREVENCIÓN
• La OPS insta a los países a implementar acciones de prevención y control de vectores, incluido el fortalecimiento de la vigilancia entomológica, la reducción de las poblaciones de mosquitos (y otros insectos transmisores) y la educación de la población sobre las medidas de protección personal.
• La OPS también ha emitido directrices para ayudar a los países en la detección y vigilancia del virus Oropouche para posibles casos de infección vertical, malformaciones congénitas y muertes.