En las playas de Punta Chame, un grupo de apasionados ha logrado algo extraordinario: proteger y dar una segunda oportunidad de vida a las tortugas marinas, una especie en peligro crítico. TortuBanks es una iniciativa impulsada por Sofía junto con su padre, Alejandro Bistrain, el apoyo de la bióloga Milixza Botacio y Ocean Soldiers, una fundación dedicada a crear conciencia sobre la urgencia de proteger nuestro ecosistema y generar soldados para unirse a esta causa se ha convertido en un faro de esperanza para la conservación de estas majestuosas criaturas.
“Gracias a Ocean Soldiers este trabajo no sería posible”, comenta Sofía Bistrain, Cofundadora de TortuBanks. “Este proyecto va más allá de simplemente admirar la naturaleza, es un compromiso profundo con la conservación”, afirma.
COMUNIDAD Y NATURALEZA
En menos de un año, TortuBanks ha logrado involucrar a diversas instituciones y empresas. El vivero de 120 metros en Punta Chame ha sido testigo del nacimiento de más de 8000 neonatos de la especie lora, gracias al esfuerzo conjunto de jóvenes visionarias, organizaciones y la comunidad local.
Entre las personas agradecen el apoyo que brindan Hugo Navarro, Jesús Mendoza, José Marcelo Bermúdez y Daylen Martínez. “Nos enfocamos en conservar las tortugas, educar a la comunidad y generar empleo local, lo que también ayuda a reducir el robo y la venta ilegal de huevos”, explica la Cofundadora.
Milixza Botacio, añade: “El impacto humano y el cambio climático son los mayores retos para las tortugas. Las temperaturas más altas afectan el ciclo de incubación y el equilibrio de géneros, ya que un calor excesivo produce más hembras, lo que podría desestabilizar la población”.
RETOS EN LA CONSERVACIÓN
Uno de los mayores desafíos que enfrentan es la falta de educación y el impacto del cambio climático. “Las personas siguen viendo las tortugas como comida o algo sin importancia en los ecosistemas marinos. Poco a poco estamos cambiando esa mentalidad, involucrando a la comunidad en la conservación”, dice Sofía.
Además, la bióloga destaca la destrucción del hábitat como otro gran problema: “Las playas ya están muy invadidas por el ser humano, y las tortugas enfrentan depredadores como los perros y los cangrejos. Pero el mayor depredador sigue siendo el hombre”.
EDUCACIÓN Y CONCIENCIA
La clave de TortuBanks no es solo la protección de los huevos, sino la concienciación. “Conservar sin educar no es suficiente”, señala Sofía. A través de liberaciones, patrullajes y redes sociales, TortuBanks ha generado un cambio en la percepción de las tortugas marinas y su importancia para los ecosistemas. “Ellas controlan las poblaciones de medusas y su rol en el equilibrio marino es vital”, añade.
UNA ALIANZA ESTRATÉGICA
El éxito del proyecto no sería posible sin la colaboración de organizaciones como la Universidad Tecnológica de Panamá, MiAmbiente, TortuBanks y Ocean Soldiers que han sido fundamental para otorgarles permisos y áreas seguras donde operar.
APOYO INVALUABLE
Café Branca ha contribuido con todos los letreros de visibilidad y el patrocinio de un nido, mientras que Natura Sensación, Grupo ESROD y Agencia Klick It han patrocinado nidos, fortaleciendo juntos la conservación de tortugas.
FUTURO DE LA CONSERVACIÓN
TortuBanks tiene grandes planes: “Queremos expandirnos a otras playas y aumentar nuestra capacidad de conservación. Por ahora, nos enfocamos en Chame, pero soñamos con un modelo que pueda replicarse en todo Panamá”, manifiesta la gestora del proyecto.
La bióloga Milixza Botacio, por su parte, está emocionada por los resultados que han obtenido hasta ahora. “Este año hemos tenido un éxito de eclosión similar al natural, lo que demuestra que los viveros son efectivos. Las estadísticas nos ayudan a mejorar y ajustar nuestras estrategias”.
¿CÓMO INVOLUCRARSE?
Para quienes desean sumarse a esta causa hay varias formas de ayudar. “Aceptamos voluntarios para patrullajes o liberaciones. También se puede adoptar una tortuguita por 5 dólares o patrocinar un nido por 350 dólares”, informa Sofía. TortuBanks ha demostrado que con la educación, el compromiso y la colaboración entre la comunidad, las empresas y el Gobierno es posible proteger el futuro de las tortugas marinas en Panamá.
Como concluye Sofía: “Se necesita un equipo fuerte y unido para hacer un cambio que dure”.