AVIVA LA IMAGINACIÓN
Capturados en ese preciso instante, nos cuentan historias.
Del colgante de un collar se libera una tortuga para convertirse en broche y, justo allí, un flamenco rosa asoma la cabeza desde un arbusto de juncos esmeralda.
El estilo es variado y libre: evoca la figuración cuando un leopardo
de las nieves avanza con paso tranquilo sobre una banquisa de diamantes y de cristal de roca. Se vuelve más radical y abstracto bajo la mirada del diseñador que, inspirándose en las escamas del cocodrilo, crea un anillo con una arquitectura increíble.
El aire es un juego, un alegre escondite en el que las criaturas aparecen donde menos te lo esperas. Cartier difumina las líneas: los animales se liberan de su entorno natural para entrar en nuevos universos. Una serpiente se divide en dos para convertirse en collar, mientras que sus escamas se transforman en un damero urbano; en un collar cuyo motivo abstracto evoca un rascacielos, destaca la silueta de un escarabajo.
Su lado salvaje se lo deben a la intensidad de su personalidad, una vitalidad que se expresa sin freno en el brillo de estas piezas únicas.
