La Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, alertó desde 1992 sobre los riesgos de la radiación solar UV, clasificándola como un carcinógeno desde 2012.

Esta radiación ha sido catalogada como carcinógeno del grupo 1 (carcinógeno para los seres humanos).

Los cambios climáticos actuales, junto con la reducción de la capa de ozono en aproximadamente un 4 % por década desde los años 70, han provocado una menor filtración de la radiación UV-A y UV-B, lo que ha incrementado la cantidad de radiación UV que llega hasta el nivel del mar.

EXPOSICIÓN AL SOL
Recientemente, el Hospital Paitilla estrenó su podcast “Siempre junto a ti”, en el que el dermatólogo Reynaldo Arosemena fue el invitado para abordar un tema fundamental, especialmente en la temporada de calor: la exposición al sol y su impacto en nuestra piel.

La radiación solar tiene efectos directos sobre nuestra piel, los cuales dependen de varios factores, como el tipo de piel, los antecedentes familiares y el tiempo de exposición.

Según el dermatólogo Reynaldo Arosemena, “Las personas con piel clara son más vulnerables a los daños solares que aquellas con piel oscura, pero la recomendación general es evitar la exposición directa al sol, especialmente durante las horas de mayor intensidad”.

Arosemena explica que, aunque la piel pueda recuperarse parcialmente, “Los efectos del sol en la piel son acumulativos”, lo que hace que la prevención sea clave para evitar daños a largo plazo.

EFECTOS EN LA PIEL
El envejecimiento prematuro es uno de los primeros signos visibles de la exposición solar.

Con el tiempo, la piel puede presentar manchas, arrugas finas, engrosamiento e irregularidades, e incluso desarrollar queratosis, que podría evolucionar hacia cáncer de piel.

El especialista menciona que

“Estas condiciones pueden ser tratadas para detener o revertir parcialmente el daño”,

pero subraya que es fundamental tomar medidas preventivas.

“Es mejor prevenir que lamentar, y la protección solar es nuestra mejor defensa”.

PROTECCIÓN
Evitar la exposición innecesaria al sol y usar protectores solares adecuados para tu tipo de piel es crucial.

De acuerdo con el doctor,

“Existen protectores solares tanto químicos como físicos que crean una barrera eficaz contra la radiación”.

Además, recomienda complementar la protección con sombreros, gafas de sol para proteger los ojos y ropa que cubra la mayor parte del cuerpo.

El dermatólogo también menciona que la exposición solar debe limitarse a las horas antes de las 9:00-10:00 a.m. y después de las 4:00 p.m., cuando los rayos del sol son menos intensos.

“Evitar la exposición solar durante las horas más críticas es fundamental para prevenir daños”, afirma Arosemena.

ENFERMEDADES

La exposición crónica a la radiación ultravioleta es un factor principal en el desarrollo de varios tipos de cáncer de piel, como: Queratosis actínica, Carcinoma basocelular, Melanoma. Según Arosemena, “El sol también puede agravar enfermedades autoinmunes como el lupus y la artritis reumatoide, por lo que es aún más importante protegerse si se padecen estas condiciones”.

TRATAMIENTO DE QUEMADURAS SOLARES
Si se presenta enrojecimiento y dolor:

– Aplicar humectantes o gel de aloe vera por su efecto refrescante.
– En casos de mayor gravedad (hinchazón), consultar al médico para valorar el uso de corticoides tópicos bajo supervisión profesional.
– Beber abundante agua.
– Evitar el uso de lidocaína para el dolor.

Fuente: Dr. Reynaldo Arosemena, Hospital Paitilla.

LIFESTYLE  | ¿Cómo nos afecta el sol?

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