“Son mi motor y han sido mi salvación”
Elena Kwan es banquera de profesión, pero se ha dedicado los últimos 20 años a ventas. Es creadora de Kittengarden Panamá, un movimiento que nació de la necesidad de promover en adopción responsable a los gatitos que rescata y/oacoge como hogar de paso o temporal.
“A medida que ha evolucionado, se ha convertido en una comunidad para los amantes de los gatos o Karens, como nos llamamos, donde comparto mi experiencia como rescatista y cuidadora de gatitos no solo pequeños, sino también de gatos adultos y, ocasionalmente, también de perritos. El propósito es educar e involucrar a todos los que tengan interés en aprender sobre rescate, acogida y buena tenencia de gatos”, afirma.
Confiesa que su amor por los animales, en especial los gatos, viene de toda la vida, de parte de su familia paterna. “Mi abuelito (q.e.p.d.) vivía en China y cada que enviaba cartas por correo, siempre adjuntaba una foto de él y su gata calicó (calicó son gatos de 3 colores, 99 % de las veces son hembras). Mi papá era amante de los animales, así que diría que esto está en el ADN”.
LA BANDA DE ELENA
Su “banda”, como ella les llama, está conformada por siete gatos y una perrita, todos rescatados. En orden de llegada y edad son: Simba, Mía, Ángel Jeremías, Srta. Bigotes, Paco, Mira y Han Solo. De última, Gyoza desde La Pintada, una perrita sénior de nueve años rescatada, la cual tiene con ellos un año y medio de adoptada. Sin duda alguna, afirma que “la jefe de la banda” es Mía, que lleva 12 años y medio con ella y “definitivamente es la boss”. De allí, todos llegaron en momentos muy particulares que marcaron una historia. “Pero debo decir que el consentido es Ángel Jeremías, un gato muy equilibrado y de buen carácter, con quien tengo mucha conexión. Él llegó hace 9 años, en un momento muy oscuro de mi vida, y tal como lo dice su nobre, es mi ángel, gracias a él estoy viva”. Cada animalito tiene su propia personalidad. “Son amorosos, independientes, presentes y mágicos… son mi motor y han sido mi salvación. Han dado propósito a mi vida y son por quienes decidí dedicarme al
servicio”. Para continuar con su misión de rescate, invita a apoyarlos, ya sea económicamente o compartiendo casos, “pero también la comunidad debe involucrarse”.
