Emy León trabaja en la rama de la construcción desde hace años, en la cual ha podido contribuir a desarrollar maravillosos proyectos en el país. Su mascota se llama Kenobi, de raza bulldog francés, una raza que le fascina por ser muy tranquila, sociable y cariñosa, “son perros de casa de temperamento apacible; como toda mascota, exige mucha atención y lo que les puedo decir por mi experiencia con él es que son muy consentidos y posesivos con su dueño”.
Kenobi llegó a su vida en el año 2017 a revolucionarla por completo, “él y yo tenemos una conexión increíble y soy afortunada de tenerlo”. Considera que ahora es mucho más fácil tener una mascota, debido a que antes no se podían llevar a todos lados. Sin embargo, ahora hay más flexibilidad, “puedo organizar mis horarios y mi trabajo, lo incluyo para que me acompañe, y ahora en Panamá en casi todos los lugares los puedes llevar, a los restaurantes, mall, tiendas y algunas oficinas”.
VÍNCULO EXCEPCIONAL
Emy describe a Kenobi como un perrito noble, no agresivo y dormilón, a quien le encanta comer fresas, “aunque no lo crean, a veces siento que me habla con los ojos, suena loco, pero a veces me mira y sé qué quiere… no sé si les pasa a otras personas con sus mascotas”.
Entre las actividades favoritas de Kenobi están dormir; jugar con Pekita, la chihuahua de su mamá, y le encanta ir al parque, a la playa, ir a caminar. Cuando va en el auto quiere ir asomado a la ventana. Sin embargo, Kenobi es muy receloso con otros perros, ya que cuando era cachorro, dos perros de raza Husky que estaban sin su correa, lo atacaron por la espalda en un parque de la localidad.
“Yo tuve mordidas en las manos por tratar de separar a mi mascota de los otros perros, Kenobi sufrió heridas en diferentes partes del cuerpo y por defenderme, también le agarraron varios puntos… desde entonces la confianza de él hacia otros perros es poca”.
Confiesa que su vida sin Kenobi no estaría completa, “porque el amor incondicional que él me ha dado en estos años no la puedo describir, me ha acompañado en mis días buenos y malos y él siempre tiene una felicidad en su rostro cuando me ve, esto para mí, lo vale todo”.