EL NOMBRE DE ESTA MÍSTICA ISLA SE ORIGINA DE LA ABADÍA CONSAGRADA AL CULTO DEL ARCÁNGEL SAN MIGUEL, QUE EN LATÍN DURANTE LA EDAD MEDIA ERA MONS SANCTI MICHAELI IN PERICULO MARI. SU ARQUITECTURA PRODIGIOSA Y SU BAHÍA LO HACEN EL SITIO TURÍSTICO MÁS CONCURRIDO DE NORMANDÍA, EL TERCER SITIO MÁS VISITADO DE FRANCIA.
En los siglos XIV y XV, la guerra de los 100 años hizo necesaria la protección de la abadía mediante un conjunto de construcciones militares que le permitieron resistir a un sitio que duró más de 30 años.
Durante la Revolución francesa y el Imperio napoleónico, la abadía fue utilizada como prisión, pero desde su clasificación como monumento histórico, fue objeto de una política de restauración continua. Desde 1897, en la cúspide de la iglesia, una estatua de bronce dorado, que representa al santo epónimo venciendo al dragón, se alza a 170 metros por encima del mar. Es obra del escultor francés Emmanuel Fremiet, añadida durante las primeras obras importantes de restauración de finales del siglo XIX. Tierra de historia y leyendas, Monte Saint-Michel ha enfrentado durante milenios los caprichos de una naturaleza, cuya potencia se mide gracias a las dificultades de la bahía.
ATRACCIONES
Cerca de tres millones de visitantes llegan cada año a Monte Saint-Michel, una superficie rodeada de prados salados y de muchos lugares llenos de historia. Pero todos los que llegan a la bahía saben que su tiempo de visita es regido por las enormes mareas que golpean las laderas del gran islote.
Este municipio cuenta con unos 50 habitantes actualmente, que mantienen muchas actividades dentro del pueblo. Sus lugareños viven entre edificios clasificados como monumentos históricos, pequeños museos locales y comercios turísticos. En tanto, los turistas pueden seguir los caminos, salpicados de pequeños jardines protegidos, y admirar
desde ahí las magníficas vistas del litoral. Y como si fuera poco, podrán admirar la ladera sur del peñasco, que está protegida por unas murallas erigidas entre los siglos XII y XV.
Una estatua de san Miguel Arcángel, en la cumbre de la abadía de Monte Saint-Michel y a 170 metros
por encima de la orilla, nos da la bienvenida a este maravilloso lugar, escenario de las mayores mareas de Europa. Este hermoso monumento es una construcción bloque a bloque, traídos de distintas regiones, uno encima del otro, acomodándose a las dificultades que presentaba un terreno tan rocoso. Es un sitio obligatorio de visita para todos los turistas que pasan cada año por tierras francesas. Sin embargo, este paraíso flotante es parte de la geografía política francesa como un municipio, que se sitúa al suroeste del departamento de la Mancha en la región de Baja Normandía. Está justo entre Normandía y Bretaña, entre Cancale y Granville, y cuenta con una superficie aproximada de 500 km².
HISTORIA MEDIEVAL
A petición del arcángel Miguel, considerado el jefe de los ejércitos de Dios, el obispo de Avranches, llamado Aubert, construyó una iglesia que dedicó al arcángel el 16 de octubre de 709. Luego, en el año 966, por solicitud del Duque de Normandía, se instaló en la isla una comunidad de benedictinos y antes del año 1000 se erigió la iglesia prerrománica. En el siglo XI, se construyó la abadía románica sobre un conjunto de criptas, en la cima del peñasco, al tiempo que los primeros edificios conventuales conquistaban la pared norte. Un siglo después, este tipo de estructuras se expandieron en el oeste y en el sur. En el siglo XIII, el Rey Felipe Augusto, tras conquistar Normandía, dio una buena cantidad de dinero que permitió levantar el conjunto gótico de Monte Saint-Michel, llamado la Maravilla, que consistía en dos edificios de tres pisos coronados por el claustro y el refectorio, donde residían los monjes.
La bahía de Monte Saint-Michel es el teatro de las mayores mareas de Europa continental. Algunos días del año son especialmente interesantes para observar este fenómeno, ya que el monte se vuelve a convertir en una isla durante unas horas. El agua cubre el dique sumergible y la roca se queda sin accesos al continente.
Para observar el fenómeno de la marea subiendo y la llegada del macareo, hay que estar presente 2 horas antes del horario de plena mar. Se puede observar el fenómeno desde el monte, las murallas, la terraza oeste (plaza de la abadía), o el nuevo puente-pasarela. La bahía dispone de muchos puntos de observación privilegiados, como la Roche Torin en Courtils, en Grouin del Sur, en Vains-Saint-Léonard y en Gué de l’Epine en Val-Saint-Père, entre otros.
RECOMENDACIONES
Además de recorrer la isla, puede visitar la muralla de Granville que está construido sobre un promontorio rocoso que cierra la bahía de Monte Saint-Michel. Te seducirán sus playas y su casco antiguo, rodeado de murallas. También podrá embarcar