¿Cómo surge la inclinación por la comedia?
“Al inicio de mi carrera, quería ser actor, montar dramas y obras experimentales. Todo cambió cuando me fui a vivir a Buenos Aires (Argentina) y descubrí esa mirada corrosiva y cínica que tienen los argentinos sobre la vida. Empecé a escribir comedias de corte político para teatro. Tras tener éxito con algunas obras y descubrir cómo funcionaban los chistes, me decidí a hacer Stand Up Comedy”.

¿Qué toma en cuenta antes de un show?
“Arranco por el tema, me pregunto qué quiero decir y por qué. Defino primero qué me pasa a mí con esos temas de los que quiero hablar, para comprender cómo puedo conectar con la audiencia a través de ellos. Y de paso hago un brainstorming y chequeo si tengo suficiente material (chistes) para hacer un show”.

¿Qué disfruta en el escenario?
“¡Estar en él! Desde que me inicié en teatro hace ya 27 años, siempre lo he disfrutado. ¡Si yo soy pura carne de escenario! Confieso que aún me pongo un poco nervioso cuando el presentador dice mi nombre antes de subir. Pero una vez estoy arriba y la gente comienza a reírse, todo cobra sentido y el show fluye de maravilla. Sin duda el escenario es mi elemento”.

¿Qué lo hace único?
“No es fácil describirlo, pero la experiencia de actuar en vivo es realmente intensa. Sobre todo si estás parado haciendo a la gente reír. Es pura energía y adrenalina. Genuinamente, muy pocas cosas se le comparan”.

¿Alguna anécdota?
“Jamás olvidaré mi show de Stand Up Comedy llamado “Bacanal” (2015), al que asistieron 500 personas en una sola noche. Casi me muero del susto cuando salí al escenario y vi ese salón totalmente lleno. Literalmente,
¡paniquié! Pensé bajarme y retirarme, pero qué va… ¡El show tenía que continuar! Así que apliqué mi mejor kung fu para poder seguir adelante”.

ONE TO ONE  | WINNIE T. SITTÓN