La diseñadora y directora creativa de la marca Curu, Yami Campos, es una figura destacada en la industria de la moda en Panamá.
Desde una edad temprana, se sintió atraída por el mundo de la moda y el arte, y encontró inspiración en revistas como Vanidades y Cosmopolitan, que leía en casa de su abuela y que alimentaron su pasión por el diseño y la estética. “Tenía muchas habilidades con el arte y me gustaba mucho la moda”. Recuerda que veía en las revistas los maquillajes, outfits y los trataba de recrear cuando iban a las fiestas de cumpleaños.
NACIMIENTO DE UNA MARCA
Empezó su trayectoria en el diseño de moda con su marca Curu, creada desde cero.
Al principio, su enfoque se centraba en producir carteras artesanales hechas a mano, promoviendo sus diseños entre amigos y conocidos. Su ambición la llevó a escalar su negocio, mejorando la calidad de sus productos y participando en eventos de moda, como Fashion Week Panamá.
A lo largo de su carrera, ha participado en concursos y pasarelas, en los que ha obtenido reconocimiento por su talento. En una ocasión, ganó un concurso patrocinado por Nescafé Dolce Gusto, que la llevó a obtener una beca para estudiar Fashion Business en el Instituto Marangoni en Milán.
INFLUENCIAS CREATIVAS Y ESTÉTICAS
La marca Curu toma su nombre del apodo familiar de Campos, que proviene de su herencia santeña en La Villa de Los Santos. “A nosotras, a mis hermanas y a mí, desde pequeñas, una vecina nos apodó las curumberas… Y así que siempre la gente nos decía la Curu mayor; la Curu del medio; la Curu más pequeña, y de allí salió el nombre de mi marca”.
La diseñadora fusiona la artesanía tradicional panameña con estampados modernos, creando piezas únicas que representan la esencia de Panamá con un toque contemporáneo.
Ha incorporado elementos icónicos en sus diseños, como la rana dorada de Panamá, creando productos que combinan cuero, herrajes importados y detalles artesanales. Estos detalles han convertido a Curu en una marca distintiva y reconocible.
“Como diseñadora gráfica, se me hacía superfácil combinar colores, mezclar texturas, formas geométricas, así que decidí crear mi marca, creé mi propio logo y todo lo que es la imagen de mi marca”.
COMPROMISO CON LA ARTESANÍA PANAMEÑA
Durante la pandemia, se enfrentó a desafíos debido a la interrupción de los suministros internacionales. Esto la llevó a enfocarse en trabajar con artesanos panameños, colaborando con comunidades locales en la creación de cestas y otros elementos artesanales y se trasladó a las montañas de Coclé. Estos esfuerzos han dado lugar a productos únicos y sostenibles que reflejan la identidad de la marca.
“La comunidad de Limón es un área de difícil acceso, tenía que contratar una camioneta doble tracción, imagínate, para poder entrar allá. Y armé el grupo y empecé a diseñar las cestas con la técnica del sombrero típico”. Además, trabajó con varias etnias, como la emberá de Darién, la comunidad Ngäbe Buglé, entre Chiriquí, Bocas del Toro y Veraguas.
Sus creaciones son piezas de moda únicas que combinan la artesanía panameña con elementos contemporáneos, ofreciendo a los clientes productos versátiles y elegantes que pueden ser utilizados en cualquier ocasión, durante todo el año.
Las presentó en la pasarela del Fashion Week y tuvo excelente acogida, “a todo el mundo le encantó el producto… así que, desde ahí, ya a la marca Curu se le veía esa esencia y esa inclinación a trabajar con la artesanía panameña”.